En febrero de 1980, Ocaña pintó un gran mural para La Esperanza, uno de los colegios públicos de Cantillana.
Hola, me llamo Yedra y estudié en el Colegio Público la Esperanza, en Cantillana, allí Ocaña pintó un gran mural de tonos alegres, mujeres haciendo mantones, niños vestidos de monaguillo, pequeños diablillos... He crecido viendo esa pintura, sus colores llamativos, su frescura me cautivaban. Junto a su firma dejó una inscripción: Nunca dejéis de ser niños, porque el día que lo hagáis, es señal de que estáis muertos.
(Foto: Manolo Huete y Juanjo Moreno) |
No puedo más que decir: Gracias, Ocaña, por seguir vivo en tu obra.
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