Luna llena, barro duro
No recuerdo haber vivido doce horas más duras relacionadas con el roc. Fueron doce horas crueles, frías, húmedas, embarradas, paranóicas, con lluvia torrencial minutos antes de la hora prevista para que comenzara la «festa de lluna plena», con averías eléctricas en un transformador, con un no saber a ciencia cierta qué iba a pasar.
Varios músicos se quejaban del peligro que podía correrse al enchufar los equipos de sonido y los instrumentos.
–Podemos quedarnos fritos en el escenario.
Una sobrecarga de tensión, por otra parte, podía dejar el Plà de'en Sala a oscuras, a la luz de la lluna llena, si es que la lluna llena iba a dejar verse entre los nubarrones.
A las ocho de la noche habían pasado por taquilla cinco mil personas, según unas fuentes; ocho mil, según otras. Controles muy rigurosos no hacían demasiado fácil transitar por el recinto.
Los travestis se hicieron dueños y señores de la carpa, montando todo tipo de números, y llegando a los prolegómenos de actos sexuales.
El famoso travesti Ocaña nuevamente asumió la representación de los gais.
El otro punto de atracción mayoritaria lo constituía el grupo de la revista especializada en artes, «El pollo urbano», que se edita en Zaragoza, y que con una puesta en escena teatral espléndida hicieron una promoción inteligente de la revista. «El pollo urbano» y «Andalán» son las dos publicaciones que se están haciendo que se tenga en cuenta a Zaragoza.
Publicación: TELE EXPRES
Fecha: 01/08/1977
Página: 19
Autor: (TEXTO) CARLOS CARRERO Y (FOTOS) CIVIT-SOTERAS
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